¿Conoces del todo a tu pareja?
El incómodo cadáver del mediador familiar no les molestaba en
absoluto; es más, aumentaba su deseo.
Un infarto, eso era lo que había detenido la
charla del hombre sobre qué les convenía hacer a cada uno para llevar con la
mayor normalidad el proceso de divorcio. Y solo eso bastó para que ambos se
dieran cuenta del error que estaban cometiendo. ¡En ese momento descubrieron
que la muerte les excitaba a ambos!
No pudieron resistirse, y se lanzaron sobre la
mesa del hombre, arrojando con fiereza los papeles, pensando en lo equivocado
que estaba el cura con eso de «Hasta que la muerte os separe».
Muy bueno. Una gran historia en pocas palabras, con la dificultad que eso entraña. ¡Bravo!
ResponderEliminarAnónimo no, soy Capitán Carallo :-)
EliminarMuchas gracias, Compañero. Me alegra que te gustara. Saludos.
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