Nada desaparece del todo
El inmenso cuello del Brontosaurio se elevó hacia el cielo igual que
un látigo alzado por un brazo dispuesto a ser descargado sobre la espalda de
algún pobre esclavo. Parecía como si el enorme animal quisiera alcanzar las
nubes, teñidas de carmín, y arrancar un pedazo de ellas. Pero en realidad, lo
que hacía era olfatear el cálido aire preñado de estío. De pronto, este había
acariciado las campanas del instinto del dinosaurio. Algo había cambiado: se
había vuelto más denso, vibrante…, peligroso.
Sin embargo, en ese preciso instante, otro aroma
cruzó el aire como un raudo velociraptor. Una fragancia más primaria, más
urgente. Un Brontosaurio hembra se paseó por delante del macho que había
percibido ese enrarecimiento en el aire. La cabeza de este se inclinó, curiosa,
observando la elegante cadencia de la cola que barría la fresca hierba
brillante de rocío al son de una excitante cadera.
El látigo descendió entonces, azotando el
viento, detenido de golpe hacía unos minutos, y aún sin hacer acto de
presencia.
Algo imperativo, más antiguo que su especie
misma, se agitó en el interior del animal, y se traspasó a la parte baja de su
abdomen, entre las patas traseras. Aquella inmensidad (no tanto como su cuello)
candente empezó a florecer, igual que un árbol a lo largo de los años, solo que
esta alcanzó el límite en unos segundos.
Con pesado caminar que hacía temblar el mundo,
se fue acercando a la hermosa dinosauria, cuya cola iniciaba un irresistible
ascenso, incitándolo a fundirse con ella en la posteridad.
Y mientras el Brontosaurio macho se impulsaba para alzarse sobre las patas traseras, se dejaba caer contra el lomo de su compañera de baile reproductivo y la llama de ambos se unía para convertirse en un único fuego, una enorme estrella fugaz rasgó el cielo, transformando el mundo en una cegadora explosión.
*Este microrrelato fue escrito para la convocatoria de la web Dentro del Monolito en la que se animaba a escribir una historia cuyo tema era el dinoporno (sexo + dinosaurios) con un máximo de 200 palabras.
Es un micro muy en tu línea. Me ha gustado mucho y espero que hayas ganado en ese concurso muy buen puesto. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Mamen. Va a aparecer en formato audio en un podcast llamado Territorio Extrañer: https://go.ivoox.com/sq/1062950
EliminarMuchas gracias por leerlo y comentar. Es un placer recibir tu visita, como siempre. Un abrazo.